Las instalaciones de calefacción centralizadas son una de las soluciones mas utilizadas en las Comunidades de Propietarios existentes en la Comunidad de Madrid. Sus ventajas son obvias, obtenemos un rendimiento en calefacción muy elevado a un coste bastante ajustado. Pero este sistema, tal y como lo entendíamos hace unos años tiene sus desventajas y es bastante mejorable.
Uno de los aspectos a mejorar y en el que se está intentando avanzar mediante un impulso de la Comunidad de Madrid, es el de individualizar los consumos, ya que no todos los vecinos gastan lo mismo. Quien más y quien menos ha ido a una casa en la que los ocupantes estaban en pleno invierno en camiseta de tirantes o incluso sin ella :-O, y ante nuestra mirada de asombro se justificaban: “Es que esto de la calefacción central es una maravilla, y encima tampoco pagas tanto!”. Evidentemente, este no es un consumo responsable de energía.
Ahora bien, ¿qué beneficios nos aporta esta individualización de los consumos? Pues aparte de la parte evidente que nos dice que cada vecino va a pagar única y exclusivamente por la calefacción que consume en su casa, tenemos los estudios que demuestran que los consumos disminuyen en un 30%, superior incluso si esta medida la acompañamos de la instalación de válvulas termostáticas para la regulación. Se cifra el ahorro energético en la práctica, en un 23%, según estudios realizados en 5 edificios españoles.
Ya hemos visto qué se puede hacer para mejorar esos consumos, ahora bien, cómo lo hacemos? Pues fundamentalmente va a depender del tipo de instalación de calefacción que tengamos en nuestra Comunidad. Existen instalaciones en anillo o instalaciones por columnas. Para entender como funcionan cada una de ellas vamos a fijarnos en estas 2 imágenes:
Instalación en Anillo
Instalación por Columnas
Como se puede observar en la imagen superior, en las instalaciones en anillo hay un único punto de entrada y un único punto de salida para cada vivienda, por lo tanto podemos hacer una medición del consumo de forma sencilla instalando un único contador de energía (calorímetro). Este aparato consiste en dos módulos que se colocan a la entrada y a la salida del circuito. El aparato de la entrada, recoge la temperatura del agua en la entrada al circuito, y el de la salida recoge la temperatura a la salida y además el caudal de agua. Un sistema electrónico colocado en el módulo de salida, se encarga de integrar caudal y temperaturas, dando como resultado la energía medida en KWh consumida por la vivienda en un periodo de tiempo determinado.
La cosa se complica algo cuando la instalación es por columnas. En este caso la instalación de calorímetros resulta poco económica y técnicamente ineficiente, puesto que habría que instalarlos para cada radiador de la vivienda. En este caso, la mejor solución es la instalación de repartidores de costes de calefacción en los radiadores, por ser una solución rigurosa desde el punto de vista de la medición y económicamente asequible. Este tipo de aparato lleva usándose más de 80 años en algunos países europeos.
¿Qué son? Se trata de pequeños módulos electrónicos que se colocan pegados o atornillados a cada radiador y cuyos consumos se recogen por radio, sin necesidad de ningún tipo de cableado. Por otro lado, su coste es bastante ajustado (unos 25€/ud), y sus baterías tienen una duración de 10 años aproximadamente. Indicar también que hay unos 30 millones de viviendas en Europa dotadas de este sistema.
¿Cómo funcionan? Son aparatos destinados al registro de la integral de temperatura con relación al tiempo. Miden 2 temperaturas: la de la superficie del radiador y la ambiente de la habitación. La lectura visualizada en el display corresponde al valor de la integral de tiempo de la diferencia entre estas dos temperaturas. Sin embargo el aparato no realiza mediciones constantemente, únicamente lo hace cuando la diferencia de las dos temperaturas es mayor de 5ºC y cuando la temperatura de la superficie del radiador supera los 40ºC en verano y los 29ºC en invierno. Por otro lado, este valor obtenido es adimensional (no son KWh) y debe ser modificado en función de varios coeficientes correctores:
Kc: Transferencia de calor de la superficie del radiador al repartidor de costes.
Kq: Rendimiento térmico del radiador basado en potencia calorífica del mismo, número de elementos, etc.
Ka: Si el radiador está instalado de forma no estándar (p. ej. cubraradiadores).
Para determinar estos coeficientes K, cada fabricante de repartidores de costes tiene disponible una base de datos de radiadores, marcas, fabricantes, características, etc. que son consultadas por el instalador para determinar el consumo final de cada radiador.
Una vez tenemos este coeficiente K, tenemos que la ecuación del consumo de calefacción para cada radiador queda de la siguiente forma:
Consumo radiador (€) = (Cact – Cant) x K x P
Siendo:
Cact: Lectura actual del contador.
Cant: Lectura del contador al inicio del periodo de facturación.
K: Factor de conversión.
P: Precio de cada unidad consumida de calefacción.
De esta ecuación, sólo nos queda por saber cómo se calcula el valor P. Este valor es único para toda la Comunidad de Vecinos (o edificio) y se calcula mediante la siguiente fórmula:
P = 70% del gasto en calefacción comunitario / suma de los consumos de todos los contadores = € por unidad de calefacción
P. ej: Imaginemos que la caldera de calefacción central de nuestra comunidad ha tenido un gastos de 12.000€ (sumando combustible, electricidad y mantenimiento de la misma). Por otro lado tenemos que la suma de los consumos de todos los contadores es de: 30.000 unidades de calefacción. De esta forma: P = 8.400 / 30.000 = 0,28 € por unidad de calefacción.
Por último, la factura que nos llegará a nuestras casas, se compone de 2 partes:
Término fijo: Coste repartido entre los vecinos de los gastos fijos asociados al sistema de calefacción centralizado. Normalmente se calcula como el 30% del total de gastos de calefacción. El reparto se realiza por coeficiente. (En nuestro ejemplo anterior sería un coeficiente del 30% de 12.000€).
Término variable: Coste de la calefacción consumida por cada vecino, que será a su vez la suma del consumo de cada uno de los radiadores instalados en la vivienda. Así, en el recibo el vecino podrá saber lo que ha gastado en cada una de las estancias de la vivienda. (Esto se extrae de nuestra fórmula anterior).
Creo que con esto, podemos tener bastante claro como funciona esto de los repartos de consumos de calefacción. No obstante, tenemos mucha más información en la Web de la AERCCA (Asociación Española de Repartidores de Costes de Calefacción), asociación según la cual estos aparatos serán con toda probabilidad de obligado cumplimiento en España, según el borrador de la Directiva sobre Eficiencia Energética que podría obligar a instalar contadores individuales de consumo o repartidores de costes de calefacción antes del 1 de enero de 2015.
